El barrio del pecado

Después de tres noches cuasi-dopado por una agresiva gripa, volví a los sueños, de una manera no muy agradable, pero me quitó el susto, porque ya creía que una vez abierto el blog para relatar mis sueños nocturnos, por alguna extraña razón estaba dejando de soñar.

Al frente de las tiendas del barrio donde nací (si, colseguros otra vez) me encuentro sentado en tres escalones de ladrillo, detrás mío, dos personajes discutían por algún tema que tenía que ver conmigo, en el sueño no conocía al personaje que estaba a favor mio, pero por alguna razón me inspiraba una gran confianza, al otro personaje si lo conozco, pero en esta ocasión no voy a decir su nombre, lo único que puedo decir es que ni su manera de ser ni sus ejecutorias “laborales” me han inspirado confianza.

En esta discusión del bien contra el mal (si, yo pertenezco al equipo de los buenos) hay un ambiente muy pesado y mi sensación durante el sueño es angustia.

En algún momento nos teletransportamos al salón comunal(1) yo me encuentro fuera del salón comunal y adentro están “mi defensor”, mi conocido con pinta de gangster y quien en esta ocasión hace el papel de enemigo mio; se escuchan golpes y esos sonidos de huesos rotos que suelen abundar en las pésimas películas de Steven Seagal; cuando hay silencio entro y la escena muestra un cuadro dantesco con tres personas, el único que está de pie es un guardaespaldas del malo del sueño un tipo joven de mirada decidida pero muda y que habla por su celular algo acelerado pero sabiendo lo que hace y dice, sus movimientos son calculados y de alguna manera se ve que es el causante del resto de la escena que narro a continuación, veo a mi defensor totalmente quieto y sé que está muerto, al lado está “el malo” mirando hacia arriba, una horrible mirada que solo expresa odio, aparte de eso es totalmente inexpresiva, pero sé que esta vivo, está tendido en el piso boca arriba sus brazos y piernas están absolutamente rotos y dislocados formando con su tronco y cabeza un pequeño rectángulo, aterrador ver a alguien de 1.85 mts. Totalmente disminuido, pero al verlo lo unico que pensé es “ojalá no se recupere nunca” por que no puedo imaginar la venganza por el estado en que se encuentra. Esa mirada termina despertándome a las 4 de la mañana, mi noche termina eligiendo entre Demi Moore acosando a Michael Douglas y un Alien acosando a Sigourney Weaver; En ese momento Demi Moore ya habia hecho lo suyo, entonces opto por terminar la noche con Alien 2, El regreso… Ojala mi sueño no regrese.

(1) El salón comunal de mi época es el “Club-house” de hoy, en mi barrio era un sitio donde se realizaron miles de actividades disímiles tales como misas, reuniones politicas, clases de ninjitsu, matrimonios, bautizos, minitecas, clases de yoga, etc.