SOBREDOSIS DE MP3 (Para tecnófilos)

Era la fiesta mas esperada del año, todos lucían sus mejores galas y estaban dispuestos a dar lo mejor de si para que fuera el mejor evento en el 2006; a pesar de ser un evento organizado por un político, todos querían estar allí, bien sea por aparecer en una de esas revistas de farándula, por conocer lindas nenas o simplemente por comer, es decir si eras alguien en el mundo musical deberías estar invitado a la gran fiesta anual de los MP3.

Eran las 8 de la noche y el organizador de la fiesta lucía algo nervioso, el organizador era el “MP3 – We are the World” Un político corrupto que se aprovecha de su letra unificadora y salvadora del mundo, pretendiendo ayudar a los niños de África y con una musicalización llena de embrujo para cautivar hasta los mas escépticos, Al sitio solo había llegado un invitado (El MP3 organizador le había pagado para que llegara temprano) era el “MP3 – ambiente fiestero” que estaba dando lora ahí desde temprano para que los archivos que no estaban invitados y que pasaran por allí creyeran que la fiesta era todo un éxito.

A eso de las 8:30 empezaron a llegar otros invitados (También pagos por We are the World) ellos eran “MP3 - aplausos”, “MP3 – Se lució el jefe se lució”, “MP3 - gueeepa!” y “MP3 – Brindo por mi, brindo por Baco, por este mundo tan berraco” con quienes el éxito de la fiesta estaba asegurado.

La fiesta era muy comentada en el mundo de los archivos, unos pocos que no eran MP3 estaban invitados por su popularidad, recibieron su tarjeta de invitación los infaltables y atléticos PDF´s, También estaban invitados los archivos de Flash por su fama de ser tan animados y los HTML de Google habían sido invitados solo para sacarle la piedra a los antipáticos archivos de Microsoft, primos de los ridículos y malos imitadores, los WMA.

Poco a poco empezaron a llegar todos los MP3 musicales, los gomelisimos MP3 pop, los altivos y prepotentes MP3 de música clásica (íntimos del político, solo por apariencia), los revolucionarios y a veces revoltosos MP3 rockeros (enviados por Alejo), Los siempre alegres MP3 de merengue, los bulliciosos y hampones MP3 de Reguetón, los corronchos MP3 vallenateros (enviados por Oscar) y los muy distinguidos y reyes de la fiesta, los MP3 de Salsa!, no faltaron los ñoños MP3 de música andina y de música protesta (Enviados por Manuel), habían ido por equivocación por que creyeron que el evento era una chimenea ideal para su estilo mamerto.

El lugar estaba atestado de archivos y había un gran cordón de seguridad conformado por agentes antivirus de Norton, para evitar la entrada de cualquier .EXE peligroso.

Todos los MP3 de los diferentes géneros empezaron a hacer sus presentaciones, y la rumba se prendió, mientras tanto el MP3 político tomaba whiskey y buscaba el momento preciso para hacer su intervención; la fiesta era tan exitosa que todo el mundo había olvidado que era un acto mas de proselitismo del antipático We are the World.

Todos los archivos bailaban en la presentación especial de los MP3 electrónicos y de los bailarines IDOGS e ICATS, recién lanzados al mercado pero ya exitosos en el mundo de la música digital.

Cuando We are the World consideró que era el momento justo se Downloadio de la silla donde departía con sus antipáticos amigos y se dirigió hacia el IPOD para hacer su intervención, ordeno la detención de un delicioso y ochenterisimo MP3 – El Jardinero, y le dijo al IPOD que era el turno de su intervención, El reproductor intentó hacerlo repetidas veces y no logro hacer sonar a este MP3 político, le dijo que el era un MP3 de mala calidad y que por eso no lo reconocía, que quien sabe cuantas cosas mal tenia en su codificación y por eso mismo se había convertido en un corrupto MP3 inclusive aprovechándose de una melodiosa canción… Este mediocre MP3 enloqueció y empezó a insultar al IPOD diciéndole “Mac tenias que ser” y tambien insulto a los asistentes imitando a un facho presidente humano que se enloquece cuando no están de acuerdo con el; al final, sin la ayuda del reproductor su voz no tuvo fuerza y le tocó retirarse ante las palmas, el bullicio y los brindis de los MP3 contratados por el y las burlas del MP3 - Thriller, que solo quiso hacer sonar su risa del final, y que el MP3 político interpretó como la banda sonora de su infernal fracaso.