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martes, enero 09, 2007

EL CONDENILLO

Le llamábamos “El Conde”, nunca supe quien fue el que le dio ese remoquete, tampoco pregunté el porque del apodo. No creo que le hayan querido dar un titulo nobiliario, supongo que se debía a que desde que llegó al barrio lograba extender sus permisos nocturnos hasta que el sol amenazaba con salir, en ese momento huía hacia su casa y no se le volvía a ver sino hasta la siguiente noche.

Era de los pocos habitantes del barrio que lograba igualar mi buena presencia y mi buena suerte con las niñas, su ropa era inversamente proporcional a su lóbrego apodo. En esas épocas de finales de los ochentas e inicios de los noventas los colores pastel podían ser lucidos sin temor a ser tildado de gay. El conde siempre tuvo un caminado de espalda absolutamente recta y mirada altiva, con una ceja fruncida - un gesto cliché utilizado por los conquistadores que no tenían otra cosa aparte de su mirada para conquistar a las nenas-. Cuando se tiene entre 14 y 25 años el mayor triunfo que se puede tener es ser exitoso con las mujeres, pero a esa edad no se necesita ser un genio o tener mucho dinero, con esa corta edad se debe tener alguna de las siguientes cualidades: Ser malo, ser chistoso, ser “lindo”, tener una gran capacidad de aguante para tomar cualquier clase de licor, ser bueno en algún deporte o posar de todas las anteriores gracias a una inigualable lengua, que además después podría ser posteriormente usada como instrumento sexual. Digamos que el conde era un tipo que tenía varias de las anteriores “cualidades” y por esto era uno de los artículos para dama mas apreciados de la época; al pasar los años decidió volverse profesional y escogió una carrera digna de su lóbrego apodo, si señoras y señores, es abogado (1). Se imaginan a cualquier pobre ser humano que tenga en contra un abogado al que le dicen “El conde”!! Yo me cago del susto. Pero gracias a Dios lo conozco y se que es inofensivo, sin embargo su altivez y orgullo siguen siendo los mismos de hace 15 años, por esto me resultó extraño verlo en la situación que lo vi en mi sueño.

“Estábamos en una finca en un clima frío que decidí ubicarla por los lados de Villapinzón, una población cercana a Tunja (aquellos que no conozcan pueden imaginarse cualquier finca hecha con adobe al natural, teja de barro mal puesta y con un frío ni el HP) En esta finca absolutamente helada me encontré a este personaje sin la onerosa barriga que ostenta hoy, con una camisa de corbata sin botones, sucia por incontables jornadas de trabajo y solo humedecida por el sudor, enfundada en un conde con una presencia digna de galán pobre de telenovela mexicana, o lo que es peor, de actor de segunda pretendiendo ser galán de una telenovela colombiana que pretende ser igual a una telenovela mexicana. El hombre tiene en sus manos un azadón con el que labra la tierra incansablemente. Cuando lo veo le pregunto si en realidad es el, se voltea y me dice “si, Pachito, soy yo, como puede ver, aquí jodido”. Yo solo atino a mirar alrededor para entender el ambiente en que se encuentra y veo al capataz, quien en la vida real es su padre (no se porque la relación de mi subconsciente, por que el papá del conde es un gran señor, de buenas maneras. Nada que ver con un capataz). Sorprende ver a alguien como el conde en un trabajo tan duro, y no… por que este sueño es de aquellos que uno sabe que son sueños, el capataz-padre se le acerca y le entrega unos papeles. El conde se voltea y me dice: “Pero ya, al parecer el karma aquí termina porque ya tengo todo listo para irme a los Estados Unidos”. Vuelve a sorprender, por que existimos aquellos que estamos dispuestos a comer mierda en cualquier momento, pero es algo que no nos podemos imaginar en un abogado (pido disculpas a aquellos que decidieron tomar este camino, y que heroicamente se resisten a usar las herramientas que da esta profesión para joder a todos los semejantes)”.


Aunque esto parezca una apología anti-abogados, no lo es, conozco varios que me han demostrado que también los hay limpios (Juan, Ana Lu, Lina, Anita, etc.), honestos y trabajadores, lo que pasa es que tienen una gran mayoría de colegas que han llevado esta profesión a limites impensables, o si no investiguen en el campo de la política cuantos abogados hay. Decidir ser abogado es algo increíble, pero también hay gente que decide ser contador público, mariachi, árbitro y uno que otro depravado que como hobbie escoge ser miembro de una tuna. De las anteriores profesiones no se cual sea la peor, no se tampoco si tengan un lado bueno y un lado malo, así como el derecho, lo único que espero es que hoy en día el conde sea de los que escogió ser uno de los caballeros Jedi y no uno de los que ha sido seducido por el lado oscuro de la fuerza.

(1) El Derecho es el orden normativo e institucional de la conducta humana en sociedad inspirado en postulados de justicia. En otras palabras, es el conjunto de normas que regulan la convivencia social y permiten resolver los conflictos interpersonales. ¿Lindo no? Increíble que el DERECHO sea esa ciencia que logra producir tanto profesional TORCIDO.

2 Comentarios:

Blogger Oliver Plata dijo...

A propósito me llega un correo de un buen amigo, que siempre acaba la semana con una selección de chistes. Aunque para ajustarme al formato del blog, debería más bien decir que soñé esta situación:

Una tarde un abogado iba en su limusina cuando vio dos hombres al costado de la ruta comiendo pasto. De inmediato ordenó a su chofer detenerse, bajó y le preguntó a uno de ellos:

- ¿Por qué están comiendo pasto?

- No tenemos dinero para comida. - dijo el pobre hombre - Tenemos que comer pasto.

- Bueno, entonces Uds. vengan a mi casa y yo los alimentaré -dijo el abogado.

- Pero, Sr., tengo esposa y dos chicos conmigo. Están allí, debajo de aquél árbol.

- Que vengan también -dijo el abogado. Y volviéndose al otro pobre hombre le dijo: - Ud. también venga.

El hombre, con voz lastimera, le dijo:

- Pero, Sr., yo también tengo esposa y SEIS hijos conmigo!

- Que vengan ellos también. -respondió el abogado.

Entraron todos en el auto, lo que no fue fácil, aún para uno tan grande como lo es una limusina.

Una vez en camino, uno de los pobres tipos lo miró al abogado y dijo:

- Sr., Ud. es muy bueno. Gracias por llevarnos a todos con Ud.

El abogado dijo:

- Feliz de hacerlo. Les va a encantar mi casa. El pasto del jardín está como de tres metros de alto.


Feliz fin, de sueño, de semana, de lo que prefieran. No dejen de soñar!

7:52 a. m.

 
Blogger VILLAMIX dijo...

Jejeje, mi querido Oli, el sentimiento por los abogados es universal, los chistes de abogados tienen la particularidad de producir tanto risa como llanto y además dejan la impresión de no ser simples chascarrillos sino historias reales.

9:31 a. m.

 

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